Shiva y Sakti
Shiva y Shakti son los dos aspectos del Absoluto, el aspecto estático y el dinámico, lo manifiesto y lo no manifiesto, la energía y la consciencia reguladora, el padre y la madre del universo, la esencia y la existencia el ying y el yang. Shakti es la Gran Madre, una tradición que llega a la India desde las culturas matriarcales del Mediterráneo del tercer milenio a.C. La Madre es la Tierra, representación de las fuerzas generadoras. Estas tradiciones se trasforman en la India en una metafísica, la de la filosofía Shankya, la mas antigua de la India. La Gran Madre pasa a ser Prakriti, la esencia primordial de donde evoluciona la Naturaleza. Y el elemento masculino, semilla y arado en aquellas culturas, pasa a ser Purusa, la consciencia que activa la energía.
Las corrientes tántricas se alimentan de estas tradiciones y convierten a Purusa y Prakriti en Shiva y Shakti, los principios masculino y femenino sin cuya cooperación nada se puede producir, por eso son inseparables y se les representa en amoroso abrazo, no hay brizna de materia abandonada a la incertidumbre, no se puede separar el fuego del calor, ni las especias del sabor, ni el blancor de la leche.
Shiva es la consciencia universal que activa e ilumina la energía, Shakti. Shakti también es el mundo, es Maya, pero una Maya diferente a la vedántica, porque no es ilusión ni sueño como nos dice al Advaita, sino apariencia, apariencia del cuerpo de la Madre, de Shakti, que se disfraza a sí misma de diversidad mediante la imposición en nuestra consciencia de unos estrictos límites formados por los sentidos y el aparato cognitivo, que nos hacen ver la multiplicidad donde no hay mas que unidad. Al atravesar el muro de maya mediante la devoción y la austeridad, uno tiene la experiencia inmediata de la identidad del propio espíritu con el universal, y la comprensión de que en verdad la única realidad es Shiva, o Shakti, o Brahman. “Soy Shiva” es el gran mantra y la gran realización del tantrismo.
El tantra define al ser humano como epitome de todo lo demás, un microcosmos de donde nace el macrocosmos, lo que no está en el ser humano no está en ningún sitio, incluso los dos principios generadores, Shiva y Shakti, también tienen su asiento en el ser humano, uno en el chacra Sahasrara y otro en el Muladhara, desde donde activan todas nuestras funciones vitales, y las espirituales cuando Kundalinishakti asciende por los chacras para reunirse con Shiva, su amado consorte. Este ascenso de Kundalini, despertando todas las potencias del alma, es la finalidad de todas las prácticas espirituales de la India.
